Esquivos como un susurro en el bosque, hábiles como una araña tejiendo su seda, livianos como la brisa marina. Los elfos son un elemento mitológico común en todo el norte de Europa. Seres mágicos, a veces casi divinos, y esotéricos habitantes de lugares apartados. En cada región los elfos tienen sus particularidades, no son lo mismo para la tradición irlandesa, que para la inglesa o la escandinava y la germana.
La etimología nos ayuda a establecer un árbol genealógico de los mitos élficos europeos. Analizar las características atribuidas a varios tipos de elfos en la literatura y el folclore muestra el deterioro y aleatorización progresivos del gran mito original.
No obstante, las fuentes precristianas de estos seres coinciden en una serie de elementos acerca de los elfos:
Reclamar ascendencia élfica no era en absoluto inusual en Germania y Escandinavia; casos similares se encuentran en Gales y también en toda el área gaélica. Tal ascendencia permitió realizar acciones difíciles o imposibles para los simples humanos.
En Das Niebelungenlied encontramos que la resistencia de los Burgund perdura gracias a las hazañas de Hagen (Hoegni), cuya ascendencia élfica dificulta a sus oponentes mortales derrotarlo. Al final, es derrotado por Dietrich de Berna (THidhrekr), quien tenía fama de ser el hijo de un elfo.
Una canción del alto alemán medio habla de Alphart, un caballero del mismo Dietrich, capaz de dispersar un grupo numeroso enemigos desafiándolos uno por uno a combate singular.
¿Cómo son los elfos en las diferentes culturas?
Islandia
(los Alfar y más tarde Huldu-folk): Además de las famosas Elder Edda y Snorra Edda de Snorri Sturluson, donde "Aesir y Alfs", los dioses y los Elfos, se mencionan juntos, y se hace una referencia a su discurso por separado, diferente al de los dioses y mortales, en 'Alvismal'
Escocia
Se cree que los Elfos se llevaron en 1692 al reverendo Robert Kirk (1630-1692) para vivir entre ellos, compuso La comunidad secreta de elfos, faunos y hadas, un relato detallado sobre los elfos derivado de la recolección de la tradición local y "sus propias experiencias".
114 años después, su sucesor en la misma parroquia, el reverendo Patrick Graham, volvió al tema en sus Bocetos descriptivos del paisaje pintoresco de los confines del sur de Perthshire, publicado en 1806 con información interesante sobre la contraparte escocesa de los elfos. , Daoine Sithe.
La familia de elfos de Europa noroccidental
Tenemos toda una familia de pueblos o seres similares en inicio que ocupan un lugar destacado en los grandes mitos y el folclore de las naciones del noroeste de Europa. La palabra 'Elf', se puede rastrear (ver Jacob Grimm, "Irische Elfenmaerchen") al antiguo y medio alto alemán 'Alb', 'Alf', 'Montaña'.
En origen una raza independiente de los humanos, sabia y fuerte, con el tiempo se ha fusionado en las mentes de los escandinavos, alemanes, ingleses y galeses con otros espíritus guardianes de la naturaleza. (Habitantes de los bosques, ríos, etc., anglosajones 'wudu-aelfen' y 'sae-aelfen' son quizás un estado intermedio de tal fusión), duendes y demonios malignos causantes de enfermedades a los hombres y al ganado. Padecer de “Malignant elves” era un término médico, y “elf-fire”, una enfermedad del ganado en Suecia, (Nils Thun,Studia Neophilologica, 1969).
En un caso, también los podemos asociar a una tribu histórica, los llamados 'Alfar' de 'Alfheimar', un área de Escandinavia entre los dos ríos Raumelfr y Gautelfr. En unos pocos casos, los elfos se identificaron con las almas de los muertos. Esto pudo surgir de la confusión entre los viejos túmulos y las colinas donde se decía que habitaban los Elfos.
Elfos nórdicos
Los elfos de la mitología nórdica eran similares a los humanos en apariencia, excepto por ser más hermosos. Eran seres semidivinos con poderes sobrenaturales. Existen tres, o dos, o tal vez solo un tipo: Están los ljósálfar, "elfos de luz", los "verdaderos" elfos; también hay referencias a dökkálfar ("elfos oscuros") y svartálfar ("elfos negros"). Estos últimos pueden ser los mismos; o uno de ellos (o ambos) podría ser otro nombre para dvergar - enanos. Es difícil decirlo con certeza, porque hay pocas referencias a los elfos (de cualquier tipo) en la poesía y la prosa nórdicas sobrevivientes.
Los álfar viven en Álfheimr (elfo-hogar), mientras los elfos oscuros viven en las profundidades o en cuevas de las montañas o en Svartálfarheimr.
A los elfos se les asociaba con la salud, la fertilidad y la veneración de los ancestros, de forma similar a las deidades del hogar romanas.
Los elfos parecen haber sido concebidos como seres o espíritus poderosos y hermosos sin un concepto bien definido. Varios hombres famosos fueron elevados al rango de elfos tras su muerte, como el rey Olaf Geirstad-Alf.
El héroe herrero Völundr (o Völund) es identificado como 'señor, líder, o sabio de los elfos' (vísi álfa, de víss, "certero, sabio") en el poema Völundarkvida. Un segundo título de Völundr es más oscuro: álfa ljóði, donde la raíz apunta a la expresión poética ljóðr o lýðr, "un pueblo, gente, hombres". Este título se ha interpretado como "líder de los álfar", pero otro significado probable sea "uno del pueblo de los álfar".
En la Saga de Thidrek una reina humana se sorprende al descubrir que la embarazó un amante elfo y no un hombre. En la Hrólfs saga kraka un rey llamado Helgi viola y embaraza a una elfina vestida de seda.
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Todos estos son los elfos altos y hábiles de las tradiciones más antiguas, pero ¿y los “elfos navideños”? o los pequeñajos de medio metro que encontramos en mucha literatura o incluso en series como “Desencanto”. Un viaje tan largo entre territorios y culturas nos lleva a preguntarnos
¿Cómo han evolucionado?
Elfos del folclore moderno
De ser criaturas de gran belleza, fuerza y tradición en los mitos nórdicos, los elfos cambiaron durante la Edad Media a criaturas traviesas, o francamente malignas, de estatura diminuta (con excepciones a esta descripción). Los mitos de los elfos nórdicos y germánicos se combinaron con las tradiciones celtas, y quizás también con la demonización cristiana de todo lo pagano. Produjeron un ser característico de gran parte de la literatura del período moderno temprano y de la era victoriana.
Como ejemplo cabe destacar la historia de la hija de Erlking (the erl king's daughter por Johann Gottfried von Herder). Cuenta cómo Sir Oluf viaja a su boda cuando se distrae con la música de los elfos. La hija de Erlking intenta seducirlo con regalos y oro, pero él se va, al intentarlo ella le golpea. Al día siguiente, antes de su boda, Sir Oluf es encontrado muerto.
En El elfo de la rosa, un cuento de hadas de Hans Christian Anderson, el elfo del título habita entre rosales y es testigo de un asesinato. Informa a la amante del difunto mientras duerme. Ella encuentra su cabeza y la planta en una maceta con una ramita de jazmín. Aunque ella muere de dolor, su hermano, el asesino, muere por los espíritus de una flor de jazmín.
Las primeras representaciones de elfos con orejas puntiagudas datan del período victoriano.
Los préstamos no tan obvios de Tolkien.
Donde la literatura victoriana retrató a los elfos como seres maliciosos o al menos de moral ambigua, J R R Tolkien devolvió a los elfos a sus raíces nórdicas, los hizo hermosos, nobles y en parte divinos por naturaleza.
Aunque Tolkien nunca ocultó sus fuentes, es asombroso cuántos de los nombres populares y de lugares en El señor de los anillos y Silmarillion corresponden precisamente a los antiguos nórdico-islandeses, anglosajones y otros usados para cosas asociadas con los Elfos. Esto lleva a pensar que, al crear sus Elfos, Tolkien tal vez pensaba reconstruir la imagen "original" que, si existiera tal original, se reflejaba en los Elfos de las mitologías del noroeste de Europa.
Los elfos en la literatura fantástica
La línea entre los cuentos de hadas mencionados y la verdadera literatura fantástica se difumina, pero es cierto que los elfos fueron protagonistas y antagonistas en las historias del género desde sus inicios. La hija del rey del país de los elfos de Lord Dunsany es una historia de angustia y matrimonio intercultural; data de 1924. La espada rota (1954) de Poul Anderson es una historia de estilo nórdico sobre Skafloc, un semielfo capturado por elfos. Es a partir de Tolkien y su Señor de los Anillos donde resurgen con fuerza como raza y cultura en miles de libros del género, volviéndose un accesorio recurrente en las historias fantásticas.
Solo nos queda preguntarnos si hay más elfos que los de origen nórdico y todo depende de pretender “confundir” el significado de la palabra con al más genérico termino “hada” o “ser feérico”.
Otros elfos y seres parecidos a los elfos
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Weisse frauen |
La palabra "ælf" se utilizó en las traducciones anglosajonas de los mitos griegos y romanos para referirse a las ninfas. Los huldufólk islandeses (personas ocultas) podrían verse como elfos (o enanos). El folclore alemán tiene gente de musgo y weisse frauen ("mujeres blancas"). En el folclore irlandés, los aos sí (o daoine sídhe o sídhe) son similares a los elfos. El folclore galés tiene el Tylwyth Teg. En la tradición folclórica, los elfos, las hadas, los gnomos, los duendes, los hobgoblins, etc., son todos difíciles de distinguir entre sí por completo; todos son retratados más o menos de manera similar como seres pequeños y malvados. El elfo navideño se deriva del elfo del cuento popular moderno temprano, también tiene similitudes con el enano nórdico, un hábil artesano.
De entre todas las posibilidades la historia de los elfos irlandeses me ha fascinado:
Los Tuatha Dé Dannan como hadas folclóricas Ocultas
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Túmulo de los Tuatha Dé Dannan en Newgrange, Irlanda.
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Hasta el día de hoy, se pueden ver en Irlanda los grandes túmulos de intrincados tallados que dejaron los pueblos de "hadas" preceltas. Además de su sabiduría, el estatus divino de los Tuatha Dé Dannan se vio reforzado por su increíble belleza. Altos y delgados, los hombres y mujeres preceltas tenían “piel muy clara, rasgos delicados, ojos azules, grises o verdes y largos cabellos dorados cuya belleza impecable podía volver locos a los mortales” (Koltypin, 2013).
Esto es similar a algunas representaciones de elfos de hoy. Según Thomas Cahill en su libro, "How the Irish Saved Civilization","La gente pequeña” es un eufemismo para disfrazar el miedo del hablante a algo desconocido y mucho más grande que él. “Es posible que el fenómeno parpadeante de la gente pequeña represente el resplandor de la culpa irlandesa por su explotación de aborígenes más hábiles”(Cahill, 1995, 80).
Conclusión
Los elfos son un accesorio recurrente en las historias fantásticas. Representan y extreman lo mejor y lo peor de lo que es capaz el ser humano, superando los límites atribuidos al hombre medio. Su belleza y elegancia se dan tan por sentado que, en general, recrearse en describir las facciones de un elfo o elfa suele ser agasajo redundante y casi erótico del autor al personaje. Lo mismo ocurre si hablamos de su aura de misterio o pericia extraordinaria.
Desde fuentes estrictamente mitológicas no se conservan historias cuyos protagonistas sean elfos. Estos seres son lo que el imaginario local necesita que sea.
Espero que este artículo os haya servido como aproximación al fantástico lío sobre esta raza en los diferentes folclores europeos, no he querido entrar en profundidad en los de ninguna cultura para no extenderlo demasiado. Espero poder dedicar artículos propios a algunos de ellos, como los elfos Nordicos, los de Tolkien y los Tuatha Dé Dannan.